Cuaderno de Bitácora

Como si se tratara de un guiño a la partida de la expedición desde Sevilla hace casi dos años, es de nuevo de noche cuando el Ocean Mapping Expedition se lanza hacia la segunda mitad de su periplo alrededor del mundo: hacia las dos de la mañana del lunes 27 al martes 28 con el fin de aprovechar la marea baja del Río Brisbane.  Las luces de las torres del distrito financiero y las de Story Bridge bajo el que Flor de Pasión ha pasado una última vez, más las urbanas e industriales y después portuarias, que jalonan las riberas hacia la embocadura y la bahía de Moreton, han dado aspecto de fiesta multicolor a esta nueva partida llena de emoción.

A bordo, una nueva tripulación: Pietro, Yffic, Candy y Péré, que conducirán el velero hasta Cairns, a finales de mayo.  Nuevos pasajeros para algunos días o algunas semanas: Laurence, Serge, Hugo y Linzi.  Un jefe buceador, Christian.  Un cámara, Gabriel.  Y un octavo dibujante del programa En el espejo de Magallanes, Pierre.  Unos venidos de Suiza o de España, otros australianos o residiendo en Brisbane, en esta alegre mezcla que conforma también el espíritu de la expedición.

El martes por la mañana temprano, con un tiempo despejado y una mar más que calma, la expedición ha efectuado una primera parada en la isla de Stradbroke para el lanzamiento de un nuevo programa en colaboración con CoralWatch (léase la News asociada). La calma resultó ser engañosa.  Inicialmente prevista para durar un día y medio, este anclaje debía en efecto prolongarse hasta el fin de semana e incluso más, el tiempo que las condiciones meteorológicas mejoren en el norte y que el ciclón Debbie se atenúe tras haber azotado dramáticamente las costas de Queensland en la región de Mackay y Townsville.