Cuaderno de Bitácora

Sin más preámbulos, dejamos la bahía de Apia este sábado por la mañana 8 de octubre de 2016 con el fin de llegar a Pacific Harbour en la costa sur de las Islas Fiji. De camino aprovechamos este hermoso día para virar en dirección a la isla de Beqa, famosa por su buceo de "tiburones". Buena navegación y entramos en el pase este. Intentamos un

primer fondeo pero éste se revela ventoso y con corriente. Así pues, cambiamos de lugar y aprovechamos de un fondeo tranquilo para permitir a las tres buceadoras de a bordo (Laure, Candy y Amélie) entrar en el agua. De regreso a bordo, Laure, visiblemente asustada evoca el "peor" buceo que acaba de hacer. Sólo más tarde comprenderemos que ha visto un gran tiburón en aguas agitadas.....

Pacific Harbour no está lejos y llegamos al atardecer. Imposible sin embargo entrar en el paso, la marea está demasiado baja y el viento sopla con bastante fuerza. Lo dejamos para el día siguiente tras una noche pasada con el buque fondeado y protegidos por un arrecife en plena mar!! El domingo 9 de octubre por la mañana la marea sube y entramos en el puerto donde debemos hacer que Flor de Pasión efectúe una media vuelta en un canal estrecho de 60 metros. No es una maniobra muy fácil pero al final amarramos el barco al pontón de un complejo hotelero donde se agradece la escala tras los días pasados en la mar. Tres de los pasajeros de bordo, Laure, Philippe y el dibujante Ambroise, nos dejan con la mente llena de recuerdos. Todos aprovechamos - marinos, jóvenes y los pasajeros que quedan - para concedernos algunos días de visita de la isla, en la que podemos constatar que el ultimo ciclón Winston, en el mes de febrero pasado,ha dejado importantes trazas, tanto en tierra como en el mar.

Antes de nuestra partida, acogemos a bordo dos nuevos pasajeros, David y Carlos, que se instalan en el ritmo de a bordo como viejos bucaneros. Partimos de nuevo el 14 de octubre al atardecer hacia las islas situadas al oeste de Vity Levu (isla principal). La primera noche es mágica bajo una luna casi llena. Al día siguiente el viento aumenta y aprovechamos para llegar a Vanua Levu, dos islas inhabitadas y absolutamente espléndidas. El fondo del mar es maravilloso y aunque la lluvia acompaña a la noche, cada uno de nosotros guardará un recuerdo inolvidable. Los jóvenes han pasado de nuevo la noche en tierra, como Robinsones en la hierba.

Pronto habrá que partir. Lautoka, el puerto de salida de las islas Fiji, nos espera para los obligaciones administrativas habituales que efectuaremos el 18 de octubre. La salida de Fiji tomará tiempo por otra razón: debido a un problema técnico en el muelle nos vemos obligados a llenar el tanque de 1700 litros, por medio de bidones de 5 litros!! Pero aquí estamos, volviendo a partir a toda vela rumbo a Nueva Caledonia.